Tomar el sol, pasear o hacer deporte son actividades saludables que nos ayudan a sentirnos bien. Sin embargo, la exposición excesiva o compulsiva a la radiación ultravioleta puede tener graves consecuencias. A esta conducta se le denomina tanorexia o adicción al bronceado.
La principal fuente de radiación ultravioleta proviene de la exposición solar. No obstante, también la podemos obtener de forma artificial en solariums con camas solares o dispositivos de rayos UVA. En este sentido, la tanorexia puede aparecer tanto por la exposición solar excesiva como por la utilización indebida de los solariums.
Más allá del problema que conlleva cualquier trastorno de conducta, la adicción al bronceado o tanorexia puede implicar graves enfermedades. Por ejemplo, la exposición excesiva a la radiación ultravioleta es un factor de riesgo para el desarrollo del melanoma maligno (cáncer de piel). Por esta razón, la OMS ha catalogado los dispositivos de radiación ultravioleta como elementos potencialmente cancerígenos. En cualquier caso, tanto la exposición moderada al sol cmo el uso de protector solar resultan imprescindibles para evitar los efectos perjudiciales de la radiación ultravioleta.
Causas de la tanorexia
Como comentábamos, la tanorexia implica la exposición solar excesiva o la utilización compulsiva de los solariums. Pero ¿qué nos lleva a someternos de manera excesiva a la radiación ultravioleta? En primer lugar, tomar el sol responde frecuentemente a razones estéticas. Sin embargo, también forma parte de un mecanismo de compensación anímica. Estos son algunos factores que intervienen en la aparición de la tanorexia:
- Factores socio culturales: las tendencias sociales sugieren habitualmente cánones de belleza que muchas personas acaban persiguiendo. Por ejemplo, la delgadez o el bronceado. De hecho, no resulta casual que la prevalencia de la adicción al bronceado en interiores (solariums) sea ciertamente elevada en mujeres jóvenes universitarias.
- Factores biológicos: numerosos estudios indican que la exposición solar causa un bienestar generalizado fruto de la liberación de opioides endógenos. Es decir, al tomar el sol liberamos endorfinas, lo que genera una sensación de relax y bienestar. De hecho, ocurre algo similar cuando practicamos deporte. Por esta razón, repetimos estas conductas con frecuencia.
Estos son las principales razones por las que repetimos la conducta del bronceado. En la medida en que reforzamos positivamente nuestras expectativas, tendemos a repetir la conducta. El problemaaparece cuando traspasamos el uso moderado y repetimos compulsivamente una conducta. En ese caso, podemos terminar desarrollando la adicción al bronceado.
Síntomas de la tanorexia
Anteriormente decíamos que una persona con tanorexia presenta ciertas similitudes con un adicto al alcohol o a las drogas. De forma análoga, un adicto al bronceado sufre una alteración dismórfica similar a la que padecen personas con trastornos alimenticios. Se le denomina trastorno dismórfico corporal e implica una percepción subjetiva distorsionada de la imagen corporal. En este caso, de la tonalidad o bronceado de la piel.
Para un adicto al bronceado la exposición solar implica un refuerzo altamente positivo. En este sentido, las personas propensas a experimentar cambios anímicos son más susceptibles de utilizar el bronceado como mecanismo de compensación emocional. Es decir, utilizan la radiación ultravioleta como una automedicación. Por lo tanto, serían más vulnerables a padecer tanorexia.
En este contexto, diferentes estudios de investigación asocian el trastorno afectivo estacional con la tanorexia. Un último dato: las personas que utilizan los solariums, informan de un mayor uso de tabaco, drogas y alcohol que el resto de la población.
Los síntomas de la adicción al bronceado o tanorexia son:
- Repetición de la conducta a pesar de los efectos perjudiciales.
- Ansiedad por incrementar la intensidad del bronceado (tolerancia).
- Malestar al interrumpir la exposición solar o ultravioleta (abstinencia).
Vamos a conocer con más detalle los principales efectos perjudiciales de la exposición solar compulsiva.
Efectos perjudiciales de la tanorexia
Aunque la tanorexia no figura como un trastorno adictivo en los manuales diagnósticos, podríamos incluirla perfectamente entre las adicciones comportamentales. Dicho esto, un adicto al bronceado tiene mayor probabilidad de sufrir melanoma maligno o cáncer de piel, quemaduras y otras afecciones dermatológicas. Además, la exposición solar excesiva está relacionada con el envejecimiento prematuro. Por último, la radiación ultravioleta de los dipositivos de bronceado puede provocar daños oculares.
Además de los daños físicos, la tanorexia causa importantes daños psicológicos. Por ejemplo, personas que con la recomendación expresa de evitar la exposición solar recurren compulsivamente a los solariums. Además, algunas personas son más susceptibles a la radiación ultravioleta (fototipo de la piel), por lo que pueden sufrir estos daños con mayor facilidad.
- Cáncer de piel y otras afecciones dermatológicas (quemaduras, pecas, etc.).
- Envejecimiento prematuro.
- Daños oculares.
- Modificación del comportamiento.
Al igual que ocurre en el alcoholismo, la distorsión psicológica involucrada en la tanorexia impide evaluar adecuadamente la relación “riesgos-beneficios”. Por ejemplo, en casos agudos de dependencia al alcohol, algunas personas con una afectación hepática importante continúan bebiendo incluso con la advertencia de un posible fallo orgánico. Salvando las distancias, algo parecido ocurre con la adicción al bronceado.
Test de adicción al bronceado
Desde nuestro Centro de Psicología en Valencia podemos ofrecerle a modo orientativo un test de adicción al bronceado. Se trata de una prueba de autoevaluación inicial. El resultado de este test no tiene carácter diagnóstico. En caso de duda, lo mejor es consultar con un psicólogo especialista en adicciones Valencia. Haga clic aquí si desea realizar el test de la adicción al bronceado o tanorexia.