El síndrome de abstinencia de opiáceos (SAO) es un conjunto de síntomas que aparece al interrumpir o reducir el consumo de sustancias derivadas del opio. Entendemos como opiáceos a todas aquellas sustancias que provienen del opio, incluidos los derivados sintéticos de la morfina (fentanilo, heroína, metadona, etc.) que habitualmente se denominan opioides. En este artículo utilizaremos indistintamente ambos términos para referirnos al síndrome de abstinencia de opioides u opiáceos.
Síntomas del síndrome de abstinencia de opiáceos
Los opiáceos crean adicción con rapidez: generan dependencia, tolerancia y causan síndrome de abstinencia al interrumpir su consumo. El síndrome de abstinencia de opiáceos cursa con ansiedad, insomnio, sudoración, dolor muscular, náuseas, vómitos y diarrea.
Aunque el SAO es parecido a un proceso gripal grave, se trata de un cuadro muy desagradable tanto física como psicológicamente. De hecho, el mono de opiáceos suele ser tan intenso que impide a los adictos abandonar el consumo de estas drogas. Por lo tanto, para manejar el síndrome de abstinencia de opioides suele ser necesaria ayuda profesional.
Causas del síndrome de abstinencia de opiáceos
Los opiáceos son sustancias que actúan principalmente en las vías neuronales que gestionan el dolor y el placer. Son analgésicos muy potentes, pero causan euforia y adicción con facilidad. Sin embargo, los opioides se utilizan para el tratamiento de distintas dolencias (de forma controlada) pero también con fines recreativos (lo que aumenta el riesgo de adicción).
El síndrome de abstinencia de opioides aparece como consecuencia de la adaptación cerebral que provoca el consumo de estas sustancias. Al consumir opiáceos, el cerebro se adapta rápidamente a su presencia. Es decir, modifican el funcionamiento del cerebro. Por eso, cuando retiramos los opiáceos se produce un desajuste bioquímico que causa los síntomas característicos del SAO.
En este sentido es importante conocer que el consumo de analgésicos opioides (fentanilo, metadona, tramadol, etc.) ha aumentado en España durante los últimos años. El 15,8 por cien de la población de 15 a 64 años reconoce haber consumido analgésicos opioides en alguna ocasión. Esto es importante ya que el tratamiento con analgésicos opioides puede implicar adicción y síndrome de abstinencia.
Por último, es importante conocer el síndrome de abstinencia de opiáceos precipitado como otra causa del SAO. Este es un cuadro de abstinencia agudo que puede formar parte del tratamiento para la adicción a los opiáceos. Por ejemplo, tiene lugar en la desintoxicación ultracorta de opiáceos, en la transición de metadona a buprenorfina-naloxona o al revertir la sobredosis de opioides con naloxona.
Diagnóstico del SAO
El síndrome de abstinencia de opiáceos se diagnostica en función de su sintomatología, el historial de consumo y las pruebas de detección de drogas. Los médicos suelen utilizar los criterios del DSM-5 para diagnosticar el síndrome de abstinencia de opioides. Estos son los principales aspectos a tener en cuenta para el diagnóstico del SAO:
- Consumo de opiáceos u opioides suspendido o reducido recientemente.
- El paciente presenta al menos tres de los siguientes síntomas: náuseas o vómitos, dolor muscular, disforia, lagrimeo o rinorrea, dilatación pupilar o piloerección o sudoración, diarrea, bostezos, fiebre o insomnio.
- Los síntomas causan malestar o deterioro significativo de las áreas vitales (trabajo, estudios, familia, etc.).
Existen diferentes herramientas, como el test de abstinencia a opiáceos, que sirven para evaluar la gravedad del SAO. Este cuestionario únicamente debe ser utilizado por médicos o psiquiatras especialistas en adicciones, en el marco del tratamiento para la adicción a los opioides.
Del mismo modo, el test de la adicción a opiáceos sirve para evaluar previamente a las personas susceptibles de recibir tratamiento con analgésicos opioides.
Duración del síndrome de abstinencia de opiáceos
Como comentábamos, el síndrome de abstinencia se produce al interrumpir o reducir el consumo de opiáceos. La duración del SAO depende de distintos factores, como el tipo de opiáceo, la dosis o el historial de consumo. Sin embargo, podemos diferenciar tres fases en la evolución del SAO: una etapa temprana, la fase aguda y los síntomas a largo plazo.
La etapa más temprana ocurre a las pocas horas de interrumpir el consumo de opiáceos. Cursa principalmente con inquietud y deseo de consumir (craving). Posteriormente (durante los tres primeros días tras la interrupción), aparece la fase más aguda del SAO. Esta etapa cursa con una sintomatología intensa: dolor muscular, insomnio, vómitos, diarrea, sudoración, etc.
Debemos recordar que los procesos de desintoxicación de opiáceos requieren frecuentemente de apoyo médico para aliviar los síntomas del SAO y prevenir posibles complicaciones.
Por último, y no menos importante, aparece la fase tardía del síndrome de abstinencia de opioides. Esta etapa puede extenderse durante meses y es fruto de la enorme dependencia psicológica que provocan los opiáceos. En esta fase aparece puntualmente el anhelo por la droga, por lo que resulta fundamental el tratamiento psicológico continuado. En este sentido, debemos tener en cuenta la importancia que distintas situaciones, como el dolor crónico, pueden tener en el tratamiento de la adicción a los opiáceos.
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Tratamiento médico del síndrome de abstinencia de opiáceos
El tratamiento médico del síndrome de abstinencia de opiáceos tiene como finalidad aliviar o suprimir los síntomas del SAO. Se utilizan fármacos cuya indicación principal es la desintoxicación de opiáceos y también otros medicamentos. Estos son algunos de los fármacos más utilizados para el tratamiento médico del SAO:
- Analgésicos
- Antidiarreicos
- Antieméticos
- Clonidina
- Buprenorfina-Naloxona
- Metadona
Importante: estos medicamentos deben ser prescritos por un facultativo médico. No utilice ninguno de estos fármacos sin consultar previamente con su médico.
Tratamiento psicológico del síndrome de abstinencia de opiáceos
El tratamiento psicológico constituye la terapia de elección para la adicción a los opiáceos (junto al tratamiento médico). En este sentido, la psicoterapia puede mejorar los síntomas del síndrome de abstinencia de opiáceos y ayudar a prevenir las recaídas. El tratamiento psicológico utilizado para manejar el SAO comprende distintas modalidades de terapias:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): esta terapia busca cambiar los pensamientos y comportamientos negativos relacionados con el consumo y la abstinencia de opioides
- Terapia de contingencia: proporciona incentivos para mantener la abstinencia
- Entrevista motivacional: para mejorar la motivación y la disposición a eliminar el consumo de opioides
- Asesoramiento psicológico: ayuda a identificar los factores desencadenantes del consumo y a desarrollar estrategias para evitarlos o afrontarlos adecuadamente.
Consejos para mejorar el SAO
Es muy importante recordar que manejar el síndrome de abstinencia de opiáceos suele requerir ayuda profesional. No obstante, el autocuidado puede ayudarle a mejorar el bienestar físico y mental durante la abstinencia. Resulta fundamental que siga al pie de la letra las indicaciones del médico y el psicólogo que supervisan la retirada de los opioides. Consulta con los profesionales que administran su tratamiento sobre la conveniencia de los siguientes consejos para mejorar los síntomas de abstinencia a los opiáceos:
- Beber mucho líquido
- Establecer y cumplir un horario
- Comer equilibradamente
- Hacer ejercicio moderado
- Unirse a grupos de autoayuda
En cualquier caso, si estás atravesando problemas de adicción a la heroína, metadona o cualquier otro opiáceo, considera seriamente pedir ayuda profesional. Ten en cuenta que el síndrome de abstinencia a opiáceos puede ser muy desagradable y que lo mejor es ponerse en manos de profesionales. Si necesitas desintoxicación o tratamiento para la adicción a la heroína ponte en contacto con Ivatad o pide cita con tu médico.