La adicción al popper no está aceptada por una parte del colectivo médico. Sin embargo, diferentes estudios describen fenómenos de dependencia en ciertas personas. Esto genera controversia, pues la población percibe las drogas inhalantes como de baja peligrosidad. Algo similar a lo que ocurre con el cannabis o las drogas psicodélicas.
Existe una incuestionable evidencia de que el popper tiene carácter psicoactivo y en consecuencia, puede provocar adicción. Su consumo provoca aturdimiento, euforia y una elevada desinhibición sexual.
Aunque el popper no genera un síndrome de abstinencia tan fuerte como otras drogas, su consumo repetido puede provocar tolerancia y dependencia. “El efecto del popper es como flotar en el aire”, según el testimonio de algunos consumidores. Sin embargo, existen estudios que describen graves efectos secundarios como consecuencia del consumo de esta droga. Conozcamos más a fondo cuáles son estos efectos perjudiciales, entre los que se encuentra la adicción al popper.
¿Qué es el popper?
La palabra popper hace referencia a un conjunto de sustancias (nitritos de alquilo) utilizadas como drogas recreativas. Es un líquido volátil (transparente o amarillento) de un olor frutal muy característico. Suele comercializarse en pequeñas botellas de llamativos colores, etiquetadas como productos de limpieza o ambientadores, que suelen incluir la especificación “no apto para el consumo humano”. Los consumidores inhalan el popper de estos envases obteniendo un efecto rápido pero de corta duración.
El nitrito de amilo es uno de los poppers más conocidos y se utiliza en medicina desde 1867. Posee propiedades vasodilatadoras por lo que ha sido utilizado durante años para el tratamiento de la angina de pecho. Sin embargo, con el paso del tiempo el nitrito de amilo ha sido reemplazado por la nitroglicerina o los beta-bloqueantes.
Cabe recordar que el uso recreativo del popper ha estado presente desde su descubrimiento, especialmente entre el colectivo homosexual. El consumo de esta droga produce un estado súbito de euforia, desinhibición sexual y relajación de los músculos involuntarios. Como consecuencia de este uso indebido puede aparecer la adicción al popper.
Con la pertinente controversia, la fabricación, distribución y comercialización del popper fue restringido en gran parte del mundo a finales de los años 60. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que el consumo de popper fuera de las indicaciones médicas puede ser peligroso, especialmente cuando se combina con otras sustancias. Recordemos que en España la comercialización de poppers es ilegal.
Principales efectos del popper
Con el paso de los años el consumo de popper ha adquirido un carácter de baja peligrosidad. El propio colectivo médico y algunos políticos no admiten la adicción al popper. Por ejemplo, en el Reino Unido (2020): ‘Carta de la Ministra del Interior al presidente de la ACMD: Legislación para aclarar el estatus legal de los nitritos de alquilo (poppers)‘. Realmente, muchas personas desconocen la peligrosidad de estas drogas y no admiten la adicción al popper. Pero veamos cuáles son sus principales efectos:
- Euforia: suelen provocar euforia y bienestar, lo que desemboca a menudo en una experiencia gratificante.
- Sensibilidad aumentada: los consumidores a menudo informan de experiencias sensuales intensificadas y mayor sensibilidad al tacto y otros estímulos.
- Relajación muscular: causan relajación de la musculatura lisa, incluida la de los vasos sanguíneos y los esfínteres. En consecuencia el popper hace que el sexo anal sea más fácil, menos doloroso y más placentero. En relación a este aspecto, es bastante probable que el consumo frecuente de popper enmascare una posible adicción al sexo o hipersexualidad.
Los efectos del popper son de corta duración (aproximadamente unos minutos). Como resultado los usuarios suelen realizar múltiples inhalaciones en cortos espacios de tiempo, lo que aumenta el riesgo de padecer adicción al popper u otros efectos secundarios.
Popper y Chemsex
El consumo de popper como potenciador sexual se remonta a su descubrimiento. Sin embargo, el uso recreativo de las drogas inhalantes no está excesivamente documentado. Encontramos la primera referencia bibliográfica al uso del popper como potenciador sexual en 1979: las farmacias londinenses dispensaban popper sin restricción, lo que a menudo generaba un lucrativo mercado entre el colectivo homosexual. Más adelante llegó la prohibición, pero el nitrito de amilo continuó utilizándose como afrodisiaco a través de canales alternativos (sex-shops, smart shops, venta online, etc.).
El consumo de poppers es frecuente durante la práctica del Chemsex. Sus propiedades le confieren un atractivo especial para aquellos que desean amplificar las relaciones sexuales. Sin embargo, es preciso destacar la peligrosidad que envuelve el consumo de popper junto a otras drogas ya que esta combinación puede tener graves consecuencias.
Por ejemplo, las propiedades vasodilatadoras de los nitritos de alquilo pueden potenciar el efecto del sildenafilo (Viagra ®) y causar complicaciones. Del mismo modo, el consumo simultáneo de popper y tusi, cocaína, ketamina, alfa-pvp o metanfetamina, puede provocar importantes reacciones adversas.
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La adicción al popper y otros efectos secundarios
El consumo crónico o frecuente de popper puede provocar importantes efectos secundarios, entre ellos la adicción. Además puede ocasionar otros efectos secundarios:
- Tolerancia: con el tiempo el cuerpo desarrolla tolerancia a los efectos del popper. Esto hace que los usuarios aumenten la dosis para lograr el mismo efecto, lo que puede desembocar en adicción al popper.
- Dependencia y síndrome de abstinencia: el consumo de popper puede provocar dependencia física y psicológica. Esto significa que el cuerpo se vuelve dependiente de esta droga para funcionar normalmente. Como consecuencia, el cese abrupto del consumo de popper puede provocar síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, mareos, sudoración y náuseas (pág. 391).
- Adicción al popper: los anteriores efectos pueden conducir a la adicción, donde los usuarios no consiguen dejar de consumir a pesar de las consecuencias negativas.
- Alteraciones cardiovasculares: el consumo de poppers causa hipotensión debido a la rápida dilatación de los vasos sanguíneos. Esto puede estar relacionado con un mayor riesgo de padecer problemas cardíacos, como las arritmias.
- Problemas respiratorios: el consumo frecuente de inhalantes, como el popper o el óxido nitroso (gas de la risa), suele provocar tos, sibilancias y dificultad para respirar. Además pueden provocar quemaduras en la nariz y la garganta.
- Efectos neurológicos: la evidencia sugiere que el uso repetido de popper tiene efectos neurotóxicos. Algunos estudios demuestran cambios en la estructura cerebral entre los usuarios, lo que podría provocar deterioro cognitivo y otros problemas neurológicos.
- Problemas oculares: se han descrito con frecuencia trastornos visuales en consumidores de popper, como la pérdida temporal de la visión. La retinopatía y la maculopatía aparecen con relativa frecuencia entre los consumidores.
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Estudios que avalan la adicción al popper
La adicción al popper se refiere al estado en el que el cuerpo se ha adaptado a la presencia de la droga y su ausencia provoca síntomas de abstinencia. Si bien los poppers están considerados poco adictivos (ver las 10 drogas más adictivas), algunas personas desarrollan dependencia con su uso repetido (fundamentalmente psicológica).
La investigación sobre la adicción al popper es bastante limitada. La mayoría de estudios proviene de casos puntuales, evidencia anecdótica y observaciones de profesionales de la salud. Dado que los poppers a menudo se usan con fines recreativos, los estudios de investigación son escasos y se han centrado en otros efectos secundarios (metahemoglobinemia, retinopatía, etc.). Estos son algunos estudios que describen la existencia de la adicción al popper:
- Un estudio publicado en 2007 en la revista Drug and Alcohol Dependence (Fiabilidad del uso, abuso y dependencia de cuatro tipos de inhalantes en adolescentes y adultos jóvenes) informa de algunos casos que experimentaron síntomas de abstinencia después de suspender el uso de poppers.
- Una artículo del Journal of Psychoactive Drugs (Uso de poppers entre adultos en los Estados Unidos, 2015-2017) describe que “mientras que un estudio no encontró asociación entre el uso de poppers y efectos adversos leves como ansiedad, depresión u otros daños relacionados con las drogas (Vaccher et al. 2020), otros han sugerido que los poppers muestran un perfil de riesgo relativamente bajo de dependencia (Demant y Oviedo-Trespalacios 2019).
- Un artículo de revisión publicado en Journal of Psychoactive Drugs (Observaciones de un caso peculiar de dependencia de sustancias volátiles) discute varios aspectos de los poppers, incluido el potencial de dependencia física. Destaca que si bien la dependencia a los poppers no está tan bien documentada como en otras sustancias, sigue siendo una posibilidad (particularmente con el uso crónico o intenso).
Cómo actuar frente a la adicción al popper
Hay que destacar que el consumo de popper no solo es peligroso sino también ilegal en muchos países del mundo, debido a los riesgos para la salud. Si usted o alguien que conoce está luchando contra la adicción al popper, es crucial que busque ayuda profesional de médicos expertos o especialistas en adicciones. En Ivatad ofrecemos apoyo, orientación y opciones de tratamiento adecuadas para abordar la adicción al popper de manera efectiva.
Debemos tener en cuenta que las respuestas individuales al popper pueden variar ampliamente, y que no todos los que consumen popper desarrollan dependencia. Sin embargo, el riesgo de padecer adicción al popper aumenta con el uso frecuente o prolongado.